“Estoy intentando encontrarme a mí como persona, a veces eso no es fácil de hacer. Millones de personas viven toda su vida sin encontrarse”
- Marilyn Monroe
Son muchas las dudas que circulan sobre lo sucedido aquella noche del 5 de agosto de 1962 en Los Angeles, California. El cadáver de Marilyn Monroe fue encontrado extendido sobre la cama de su apartamento. ¿Fue un suicidio y algo planeado por altos mandatarios estadounidenses?
Norma Jeane Mortenson fue el símbolo sexual del siglo XX. Nacida en el seno de una familia humilde nunca llegó a conocer a su padre y su madre la dió continuamente en adopción hasta que pudo mantenerla con 7 años. Más tarde su madre fue internada en un psiquiátrico por tendencias suicidas y esto hizo regresar a la joven al orfanato. Para poder salir de allí, decidió casarse con un empleado de una fábrica de aviones, hasta que fue descubierta por un fotógrafo de la revista “Yank” es entonces cuando empieza su exitosa trayectoria como modelo y actriz. Lo siguiente en la vida de este icono de la belleza es una sucesión de matrimonios que hicieron que fuera lo más leído en los años 50. Fue su papel en La jungla de asfalto” lo que catapultó su carrera. Este tren de vida le llevó a que en 1961 fuera internada por depresión. Más tarde en 1962 cactuó para el presiente Kennedy en su cumpleaños a quien cató el famoso “Happy Birthday Mrs President”. Semanas después, cuando ya circulaban rumores sobre un posible romance con el presidente, es encontrada muerta en su cama. El fallecimiento de Marilyn Monroe se cubrió con un halo de misterio.
No es necesario destripar el final, ni siquiera intentar averiguar lo que pasó. Nunca lo sabremos. En la actualidad podemos verlo todos los días. Famosos del cine, de la moda y de la farándula en general que sintiéndose acosados por los medios y sin poder llevar una vida normal deciden escapar por la vía que creen más fácil. Es el caso también de Michael Jackson, que falleció en el 2009 y cuyo recuerdo perdurará por siempre en todos los fans así como en sus canciones. ¿Fueron víctimas? ¿Es necesario llegar hasta el extremo de la persecución mediática para poder escribir un artículo con gancho y vender miles de revistas? Como conclusión podríamos decir que este es el precio que hay que pagar por la fama. La gran industria de la prensa rosa necesita alimentarse y no hay otra forma de hacerlo que despojar a ciertas personas de la privacidad a la que todos tenemos derecho.
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